Coto de los Cuadros

Coto de los Cuadros, parque forestal de algo más de 1.500 hectáreas encajado entre los municipios de Murcia, Molina de Segura y Santomera que cada vez es más frecuentado por ciclistas, senderistas y corredores. Sin tener unos valores naturales excepcionales, el abundante manto vegetal -pino carrasco y palmito, sobre todo- y su cercanía con Murcia y las urbanizaciones molinenses de La Alcayna y Altorreal lo han convertido en una alternativa al Valle para hacer deporte al aire libre perfecto para desarrollar eventos o pruebas deportivas, ya que cuenta con múltiples rutas y sendas que maravillan a todos los visitantes. El lugar geográfico es idóneo por la cercanía de diferentes municipios, pueblos y urbanizaciones, lo cual hace que haya una gran diversidad de usuarios, que se traduce positivamente en nuestro pequeño viaje. En lo referente al clima, es otro punto a favor, la mayor parte del año suele estar soleado, lo que nos permite disfrutar tanto en invierno como en verano.
Además ofrece una amplía vegetación compuesta por: pino carrasco, palmito, carrizo, adelfa, espino negro, bufalaga, múltiples matorrales, tomillo, romero…que hacen que este lugar sea un manjar para todos nuestros sentidos. En cuanto a la fauna, podemos encontrar una gran variedad de animales, lo más destacados son: el zorro rojo (vulpes vulpes), el jabalí (Sus scrofa), el conejo común (Oryctolagus cuniculus), la liebre ( Lepus europaeus), el erizo moruno (Atelerix algirus), la majestuosa culebra viperina o culebra de agua (Natrix maura) . Por otra parte, nos brinda la oportunidad de conocer las aves típicas del área geográfica de Murcia como: petirrojos, mirlos, perdices, garzas, golondrinas, cigüeñuelas, lavandera blanca… etc.



viernes, 18 de marzo de 2005

16 kilómetros en bici por el Coto de los Cuadros, un pulmón verde entre Murcia, Molina, Santomera y Fortuna

16 kilómetros en bici por el Coto de los Cuadros, un pulmón verde entre Murcia, Molina, Santomera y Fortuna
El coto de Los Cuadros es una sorpresa natural que se extiende sobre más de 1.500 hectáreas entre los términos municipales de Murcia, Molina de Segura, Santomera y Fortuna, y a menos de diez kilómetros de la capital de la Región.
Es un coto social gestionado por la Consejería de Medio Ambiente, donde se caza la perdiz de enero a marzo, pero sobre todo es un espacio forestal idóneo para iniciarse en el senderismo y para patear cómodamente durante kilómetros y kilómetros con toda la familia –sí, lo han adivinado: toda la familia incluye cuñados y sobrinos pesados–.

Los Cuadros está surcado por numerosas pistas forestales y sendas que cortan sus lomas, cubiertas de pinos, cipreses y palmitos y con una altitud de entre 100 y 300 metros. La generosa vegetación da cobijo a perdices, liebres, conejos, zorros y un numeroso grupo de aves de pequeño tamaño. Y a media altura acechan el gavilán y el cernícalo.

Los caminos están en muy buen estado, lo que invita a pasear –prismáticos y mapa en mano– mientras prueba uno a  identificar las numerosas especies vegetales y animales que nos salen al paso. Tampoco será difícil que nos encontremos con deportistas entrenando, ya que Los Cuadros es uno de los mejores escenarios a nivel nacional para carreras de orientación –el viernes pasado corrían por el coto tres integrantes de la selección finlandesa de este deporte–.

Este espacio natural tiene numerosos accesos, así que, para explorarlo por primera vez, vamos a hacer una sencilla excursión circular de 16 kilómetros, a pie o en bicicleta de montaña,  que nos va a llevar por sus rincones más valiosos.

Para llegar bien y pronto: salimos de Murcia en dirección a Fortuna, por la antigua carretera de Alicante, y ponemos a cero el cuentakilómetros del coche en el Cristo de Monteagudo. Justo en el kilómetro 8 veremos a la izquierda un acceso al coto, que nos lleva por una carreterilla asfaltada a una casa forestal y a unos viveros. Nosotros pasamos los viveros y dejamos el coche en el área recreativa, donde hay cocinas, mesas y una fuente.

Km. 0. Iniciamos la excursión por un camino que sale frente al área recreativa, a mano derecha de la pista que nos trae desde los viveros. En apenas cuatrocientos metros cruzamos una verja metálica pintada de verde que nos acceso al coto.

Km. 0,8. En menos de un kilómetro nos encontramos con la primera bifurcación, donde elegimos el camino de la derecha. Nos encontramos aún en una zona con escasa vegetación.

Km. 1,1. Volvemos a escoger el desvío de la derecha, en una zona donde hay que andar con ojo para no equivocarnos porque hay muchos cruces y una elección equivocada puede perdernos. Lo mejor es seguir el rutómetro a rajatabla.

Km. 1,5. En este punto tomamos el camino de la izquierda, en ligero ascenso, para comenzar a internarnos en las áreas mejor reforestadas del coto.

Km. 2,2. Atención: aquí nos salimos del camino principal por la derecha e iniciamos un fuerte descenso por un cortafuegos. Si vamos en bicicleta, más vale que llevemos buenos frenos y prestemos atención a las piedras sueltas. Y el casco, bien apretado.

Km. 2,9. El descenso del cortafuegos nos conduce en apenas 700 metros a un camino en buen estado, uno de los ejes principales del coto de Los Cuadros, por el que nos desviamos a mano izquierda. Ahora pedaleamos –o caminamos– con más comodidad. Enseguida circulamos sobre un puente que salva la rambla del Pocico.

Km. 4,25. Después de algo menos de kilómetro y medio en ligera cuesta arriba nos desviamos a la derecha en el siguiente cruce.

Km. 4,45. Llaneamos con la rambla de Torregorda a nuestra derecha, que no vemos pero adivinamos porque la vegetación se espesa en esa zona. En 200 metros vemos un desvío a la derecha, que despreciamos.

Km. 5,12. En poco más de 600 metros nos desviamos a la derecha y cruzamos la rambla de Torregorda, un curso de agua permanente que nace unos metros más arriba. Si hacemos este recorrido en verano agradeceremos la magnífica sombra que ofrece la vegetación. Salimos de la rambla por la izquierda, a través del camino principal.

Km. 5,54. Bajamos y elegimos el ramal de la derecha en el primer cruce que nos sale al paso.

Km. 6,2. Volvemos a desviarnos a la derecha en la siguiente encrucijada. Este camino, un poco empinado, está escoltado a la izquierda por una valla metálica.

Km. 6,98. La vegetación se cierra de repente sobre nuestras cabezas justo en el momento en el que elegimos, otra vez, el camino de la derecha, por el que transitamos poco menos de 300 metros.

Km. 7,25. Salimos de nuevo a una pista forestal ancha, por la que seguimos hacia la izquierda. Estamos en un punto en el que ya tenemos buenas perspectivas de la masa forestal del coto.

Km. 8,18. Después de algo menos de un kilómetro de llaneo y moderada subida volvemos a salirnos del camino principal por la derecha, junto a una casa. Iniciamos un prolongado descenso durante el cual volveremos a tener muy buenas vistas del espacio forestal.

Km. 9,82. Giramos a la derecha en el primer cruce que nos sale al paso y de nuevo intuimos una rambla a nuestra derecha, esta vez la del Pocico.

Km. 10,14. Nos salimos del camino por la derecha, hacia la rambla del Pocico. Seguimos su curso natural, cuesta arriba, sobre su incómodo lecho arenoso. Disfrutaremos de magnífica vegetación de rambla y podremos ver enormes ejemplares de palmitos.

Km. 12,03. Llegamos al puente que vimos en el kilómetro 3,16 de la ruta. Aquí nos salimos del curso de la rambla y subimos hasta el camino principal, el que pasa sobre el puente, y lo seguimos hacia la izquierda.

Km. 13,26. Nos encontramos con el cortafuegos, que tomamos a mano derecha. Lo que fue una bajada vertiginosa en el inicio de la excursión se convierte ahora en una ascensión penosa. Caprichos de la física.

Km. 13,96. Salimos del cortafuegos, giramos a mano izquierda y comenzamos a descender.

Km. 14,66. Nos salimos de esta pista principal por el camino de la derecha, en pleno descenso.

Km. 15,06. Continuamos en línea recta, obviando el desvío de la derecha.

Km. 15,36. Otro desvío a la derecha que no tomamos. Nosotros, rectos por la pista importante. Nos reencontramos con la verja verde que marca uno de los accesos al coto. Cruzamos y seguimos.

Km. 16,16. Otros 400 metros y regresamos al punto de inicio, donde podremos refrescarnos y descansar mientras tratamos de memorizar la compleja colección de cruces de caminos que acabamos de superar. Lo mejor es que no tiren este rutómetro.

(Publicado en 'La Verdad' el 18 de marzo de 2005)